viernes, 24 de abril de 2015

Simple firmado por Gene Simmons en Buenos Aires

Gene Simmons y su firma en el simple de 1978.


Este simple del solista de Gene Simmons de 1978 vale -para mí- lo que un disco completo. Dos canciones gigantescas y memorables como "Radioactive" y "See you on your dreams" dejan satisfecho a cualquier verdadero fan de Kiss que se precie. Pero ahora este viejo simple con tantos años a sus espaldas, ha recibido un plus que también atesoro en mi colección: la firma del mismísimo Gene Simmons, estampada en el backstage del show de Kiss en Buenos Aires, Argentina, el jueves 16 de abril de 2015. Si antes me gustaba este disquito, ahora me gusta mucho más...

Marcelo

domingo, 19 de abril de 2015

La Herencia Kissera

 Cami, Sol y Marcelo García con Gene Simmons en Buenos Aires, 16 de abril de 2015.


Dicho fríamente, la herencia es el proceso por el cual se transmiten -de generación en generación- las características fisiológicas, morfológicas y bioquímicas de los seres vivos. Pero debe haber ahí algo más... Es, según mi criterio, un verdadero milagro natural, algo que cuesta entender y que -incluso- puede llegar a emocionar hasta la mismísima médula. Maravilla ver cómo alguien puede heredar tal o cual cosa del otro.
Yo escucho a Kiss desde 1979, cuando con apenas 9 años de edad supe de unos tipos medios raros que se maquillaban el rostro, vestían ropas extrañas, se pintaban las uñas y calzaban zapatos con plataforma, además de hacer una música sensacional y montar un show que te transporta en el tiempo y el espacio. Nadie me enseño a quererlos y admirarlos, pero yo -sin embargo- logré que ese amor sea eterno.
Con los años llegaron el matrimonio con Vero y nuestras dos maravillosas hijas, quienes a medida que han ido creciendo no han dejado de sorprenderme. Las razones son infinitas para decir eso. En ellas la herencia paterna -no la material- se ha manifestado de muchas diferentes formas pero tal vez una de las más llamativas sea su inexplicable amor por Kiss. Claro que a la hora de escuchar música ellas no ponen un CD de Kiss, pero saben sus canciones, las aprecian y disfrutan a mi lado. Son kisseras, sí señor. A su modo, pero kisseras. Comparten mi locura, la apañan, la alientan y, en cierto modo, la disfrutan. Y si hablo de disfrute, entonces la jornada del jueves 16 de abril de 2015 quedará marcada de manera imborrable en mi mente, mi retina y mi corazón. Allí estábamos los tres, como chicos correteando por Disneylandia, contentos, felices y cómplices frente a Kiss.

Esta foto con Gene Simmons es un broche de oro para mi historia como fan de Kiss. No puedo pedir nada más. En ese instante, parados frente a la cámara y con mi corazón estallando de emoción, pensé -entonces- en aquel chico de 9 años y supe que todo había valido la pena, que el amor por Kiss había servido de mucho. Ahí estaban los frutos.
Es que en los maravillosos seres de Sol y Cami -también por ésto- vive tanto de mí...

Marcelo