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Uno no deja de sorprenderse. Cuando uno siente y comprueba a diario que quienes lo rodean entienden "su locura", es genial. Pocas cosas deben ser tan reconfortantes como eso, que es lo mismo que sentirse mimado, amado. Martín, mi sobrino de 12 años de edad, sabe de ésto, sin dudas... Tras nuestro encuentro post vacaciones, me regaló por mi cumpleaños este muñeco de papel de Gene Simmons, que él mismo se encargó de buscar en internet, imprimir y armar. Y allí lo tengo ahora en mi colección. Entre tanta cosa importante de Kiss, entre autógrafos, púas, fotos o lo que sea que tenga, este regalo tiene para mí un valor incalculable... ¡Gracias Martincho! (te quiero).
Marcelo
3 comentarios:
que majo y que cabezón Gene!
Sí!!!!!! tal cual!!! jajajajaj
Yo preferiría uno de Van Halen que explota!
:)
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